Ya habían pasado las cinco de la tarde y, el más grande espectáculo del mundo, abrió sus puertas; minutos después, dio comienzo la función.
Para muchos de nuestros niños fue el descubrimiento de un nuevo mundo de color, de magia y de sensaciones, fue el descubrimiento del... ¡¡CIRCO!! Sus caras hablaban por si solas al ver cómo desaparecían artistas y, en su lugar, hacían su aparición los leones, tigres y otros animales. No faltaron nuestros grandes amigos los payasos que, a golpe de silbato, lograron organizar una competición de aplausos o, también, un improvisado concierto con varios voluntarios del público, entre ellos, una valiente mamá del colegio.
Equilibristas, malabaristas y otras actuaciones a cada cual más emocionante se sucedieron a lo largo de la tarde, hasta que llegó el final de la función.
Ha sido una bonita tarde que seguro no olvidaremos.
Muchas gracias a todos por vuestra asistencia.
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