EXCURSIÓN A LAS CUBIERTAS DE LA CATEDRAL

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DIARIO DEL VIAJE
Eran las 9,40 h de la mañana del día 26 de Abril cuando se oyó una voz ronca que decía “pasajeros al tren!!”; era el Jefe de Estación, ataviado con su uniforme impecablemente planchado, quien a continuación enarboló su bandera roja dando permiso al tren para que comenzara a dar sus primeros pasos por la vía y, el gran viaje, comenzó …
Éramos un total de cuarenta y nueve pasajeros entre niños y adultos, cuyo destino era descubrir una visión diferente de Santiago desde lo alto de las cubiertas de la Catedral.
Si bien para algunos fue su primer viaje en tren, ninguno pudimos disimular la emoción de hacerlo en compañía de nuestros hijos y amigos. Juegos, risas y travesuras no pararon de sucederse, al igual que la admiración que producía la velocidad a la que circulaba el tren.
Una vez en Santiago nos encaminamos hacia la Catedral y tuvimos la oportunidad de encontrarnos a Antón, un músico que tocaba en la calle el “Hammer Dulcimer”, instrumento musical fabricado con sus propias manos, basado en otro de origen medieval, y que hizo las delicias de niños y no tan niños.
Después, la misa del peregrino, con el Botafumeiro como protagonista central en la Catedral y, a continuación, nos encaminamos a través de una serie de escaleras y pasadizos ocultos a la vista de todos, a las cubiertas de la Catedral. Allí, aparte de admirar las vistas de la ciudad, pudimos aprender muchas cosas: el porqué en una torre hay una campana y en la otra una carraca, el porqué de la forma escalonada de las cubiertas y porqué no están rematadas por tejas, el reloj con una sola aguja, …; un sinfín de curiosidades que hasta ese momento desconocíamos.
Vuelta a recorrer pasadizos y escalinatas y, una vez fuera de la Catedral, aprovechamos para callejear hasta la hora de comer, momento en que pudimos intercambiar impresiones sobre todo lo que habíamos visto.
De regreso, aunque cansados por el día intento, siguieron las risas y los juegos. Ha sido una jornada que muchos de nosotros tardaremos en olvidar.
Muchas gracias a todos los que habéis participado por haber hecho posible que esta excursión sea una realidad.
Guillermo y Juan

Junta Directiva de la APA


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