EXCURSIÓN A ALVARELLA

El tiempo no nos acompañó y la lluvia persistente de la mañana impidió que pudiésemos realizar la excursión por el bosque. Aún así, las monitoras nos enseñaron muchísimas cosas sobre el entorno. Hablamos de los distintos animales que viven en nuestros bosques y aprendimos a observar las señales que nos pueden revelar su presencia: piñas comidas, mudas de serpientes, nidos abandonados, huesos… También pudimos coger en nuestras manos setas y cortezas de árboles… aunque nos hubiese gustado más descubrirlas en su hábitat natural.
¿Sabíais que los bugallos son como los granos que provoca la picadura de los insectos en los carballos? Pues sí, aprendimos que las avispas “pican” a los carballos provocándoles unas “inflamaciones” que se convierten en los bugallos o carrabouxos, donde dejan sus huevos. Cuando las avispitas nacen, se alimentan de la esponja que tienen por dentro y luego salen al exterior haciendo un agujero.  Con estas curiosas formaciones de la naturaleza fabricamos unos originales ambientadores. Agujereamos los bugallos con una alcayata y luego empapamos la esponja interior con un cuentagotas lleno de esencias. Cada uno escogió la que más le gustó: naranja, manzana, sándalo, limón, pino, lavanda…
Durante un claro de la mañana aprovechamos para elaborar zumo de manzana. Nos pusimos a recolectar la fruta para luego lavarla y trocearla. Después fuimos echando las manzanas picadas en una máquina que las trituraba y de ahí las pasamos a una prensa que todos ayudamos a empujar para obtener un riquísimo zumo de manzana. Fue muy divertido e instructivo participar en todo el proceso.
Tanto trabajar nos abrió el apetito y de buena gana nos sentamos a comer una rica crema de calabaza de la propia huerta y unos macarrones con carne. Hubo quien repitió y tripitió… De postre, mandarinas.
Para hacer la digestión, nada mejor que un rato de juegos. No pudo ser al aire libre, porque se puso a llover de nuevo, pero lo pasamos bien practicando con los zancos, jugando a la rana, a las combas y a las raquetas dentro del alpendre.
Por la tarde nos acercamos a la huerta para conocer las plantas aromáticas y medicinales. Con ellas hicimos un saquito aromático en el que cada uno metió su particular mezcla. Con un juego tipo cuentacuentos aprendimos las propiedades más importantes de algunas de esas plantas.
A la hora de la merienda sacamos nuestros bocadillos y algún que otro alijo de chuches y nos lo tomamos con el zumo de manzana que nosotros mismos habíamos hecho por la mañana.
El día pasó volando y, después de hacer una foto de grupo de recuerdo, nos subimos al autobús para regresar a casa.  
Aquí os dejamos el reportaje fotográfico: