Excursión de 1º y 2º a Bergando

El sábado 24 de marzo nos hemos ido de escursión 61 niños de primer ciclo de primaria. Nuestro destino: la granja escuela Bergando, en Negreira.
El tiempo se puso de nuestra parte y nos brindó un fantástico día de sol que esperamos que no nos provoque demasiados catarros... En cuanto llegamos nos repartimos en tres grupos: los Caballodomados, los Cabracuerdas y los Pequecerdos. De esta manera todos pudimos hacer de todo sin tener que sufrir grandes esperas.
Por la mañana aprendimos a hacer unas preciosas flores con material reciclado. Visitamos la mayor parte de los animales de la granja y aprendimos cómo cuidarlos: les dimos de comer a los caballos, cepillamos conejos, recogimos huevos del gallinero y hasta perseguimos alguna que otra cabra con ansias de fuga. Fue muy tierno poder tocar las cabritillas y notar al tacto cómo les estaban comenzando a crecer los cuernos. También nos llamó la atención ver cómo una coneja escondía a sus crías para protegerlas de nuestras curiosas miradas y toqueteos. Visitamos la huerta y el invernadero, donde pudimos apreciar lo calentitas que crecen allí dentro las cebollas y demas hortalizas. El monitor nos mostró cómo manejar el sacho para eliminar la hierba y poder plantar unos rosales. De uno en uno fuimos comprobando que no estaba tan "chupado" como parecía. Resultó mucho más fácil explorar la zona en busca de bellotas.
A pesar del tentempié de media mañana, todos nos sentamos de buena gana para dar cuenta de un suculento plato de lentejas y de los macarrones con carne. Después disfrutamos de un ratito de tiempo libre para jugar, saborear el alijo de chuches que alguno llevaba en la mochila y descansar antes de comenzar los talleres de la tarde.
El bautismo de hípica era, sin duda, la actividad estrella que todos estábamos esperando pero primero tuvimos que aprender a cepillar los caballos para ponerles la silla de montar. Nos fuimos turnando y con pulso firme unos íbamos tirando de la cuerda mientras otros se agarraban a la montura y disfrutaban del paseo. Algunos demostraron tener tablas, otros una habilidad innata y alguno un estilo propio muy peculiar... Fue una experiencia increíble que supo a poco pero las protestas por tener que despedirnos de Gina y su compañera pronto quedaron en el olvido al ponernos a hacer carreras de carretas tiradas por ponys. ¡Qué sensación! Pasar de 0 a 45 en 3 toques de fusta... ojalá tuviesen esas prestaciones el coche de nuestros padres.
El resto de la tarde la pasamos aprendiendo nuevos juegos, como el Pato Mareado, y amasando rosquillas. La hora de la merienda marcó el punto final a una jornada muy intensa y después de cantarle el Cumpleaños feliz a nuestra compi Lola, recogimos nuestras cosas y subimos al autobús para regresar a casa.
Ahora toca esforzarse para terminar bien el curso y esperar que el próximo año podamos repetir.

¡Hasta la próxima!

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